La tamborrada en la fiesta de San Sebastián

Este largo fin de semana el centro de atención lo ocuparán las calles para celebrar el día de San Sebastián.

El año pasado hablamos de la historia y nacimiento de la celebración como cumplimiento de un voto en acción de gracias a San Sebastián por la superación por su intercesión de una peste sufrida en 1597. La costumbre consistía en una procesión desde la parroquia de Santa María hasta la parroquia de San Sebastián en el Antiguo, serpenteando en las afueras el pequeño camino de los arenales. Este año nos gustaría centrarnos en la tamborrada, cuyo origen como una Comparsa de los Carnavales se sitúa posiblemente en 1836, en plena Guerra Carlista.

A partir de entonces toma cuerpo de tradición el festejar el santo patrono, recorriendo de madrugada las calles al son de una marcha zortzico del maestro Santesteban, ejecutada en los primeros años exclusivamente con barriles, a los que, más tarde, se añaden sonoros tambores.

Los participantes, que al principio iban disfrazados con caprichosos trajes, más tarde se uniformaron. Salían cada año, a las tres y media de la madrugada, del local de la Sociedad «La Fraternal», situado en la subida al Castillo, redoblando el «Sheshenarena», pues hasta 1860 no escribió Raimundo Sarriegui la actual Marcha de San Sebastián. Incansables, recorrían las calles hasta las ocho en punto, deteniéndose a esta hora en la esquina de las calles Iñigo y Narrica, donde esperaban la aparición de la sokamuturra.

En cuanto a la Tamborrada Infantil, fué el 20 de enero de 1927 cuando desfiló por las calles donostiarras por vez primera. A las once de la mañana de aquel día la tamborrada infantil de Euskal Billera se dirigió a la Plaza de la Constitución donde los niños interpretaron las marchas clásicas de la tamborrada, a los sones de tambores y barriles. Presidían las autoridades el acto asomadas a los balcones de la Casa Consistorial. El concierto se repitió minutos más tarde en el quiosco del Boulevard.

Tras el obligado paréntesis de la Guerra Civil,1936-1939, se reanudan los desfiles con igual brillantez, llegando hasta el año 1961, en que se opera una radical transformación. Años más tarde se amplía la primitiva tamborrada infantil y se forman nuevas compañías.

Son 24 horas en las que los tambores no dejan de sonar, siendo la Tamborrada Infantil un momento muy entrañable para los y las niñas. Pero este año habrá repetirá una nueva compañía de adultos a la que prestaremos atención y seguiremos ya que nació en nuestro colegio. Que suenen los tambores y paséis un buen fin de semana.

 

 

2 comentarios en “La tamborrada en la fiesta de San Sebastián

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